SE DISIPA LA
TORMENTA…
Finalmente, dentro del arranque de los
festejos navideños inundados de amor y paz que reúnen a las personas en lo
público y en lo privado en estos tiempos decembrinos, el gobierno de México abandonó
la confrontación con sus socios comerciales y en el marco de un evento público,
la presidenta de México expresamente manifestó que: “Con respeto a
nuestras soberanías, la relación comercial es única y ambos debemos protegerla.
Es más, entre los tres países debemos proteger esa relación. La cooperación
siempre será la mejor salida”, mensaje claro, sencillo y contundente de
la primera mandataria en la que disipa todas las tormentas que ya comenzaban a
formar aquellos menos aventajados que se quedaron en la teoría del gobierno
socialista de los 70.
Hoy nuestro país comenzó el 2024 en el
lugar 12 de las economías el mundo, solamente debajo de Brasil en el mercado
latinoamericano, pero superando a España y a Corea del Sur, por lo que,
arriesgar esa posición en el ranking económico internacional con
enfrentamientos innecesarios como la disculpa pública de España que pone en
jaque el turismo de Quintana Roo, o de una reforma judicial que dejó a diversos
despachos internacionales de inversión extranjera en espera de la intervención
de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, simplemente no era una
opción atractiva para todos los mexicanos.
De la misma forma, arriesgar nuestras
relaciones con Estados Unidos y con Canadá en un Tratado que recoge cerca del
90% de las exportaciones de los productores e industriales mexicanos, era sin
duda la apuesta más arriesgada y catastrófica de la historia reciente de México.
Todavía algunas voces de ultratumba y
de socialistas rezagados que no logran entender el estado de bienestar desarrollado
por países de Europa del norte, que tomaron como base el capitalismo de estado
definido así por Lenin, según Slavoj Zizek, insistieron en romper relaciones
con nuestros vecinos del norte para empezar una relación formal con Rusia o
China, sin entender que las naranjas y los mangos no llegan comibles en barco a
esos países, o que el costo de la exportación sería impagable para los
mexicanos suponiendo que en realidad existiera la posibilidad de encontrar
mercado a productos nacionales como el tequila, actualizando esa máxima de “no
entienden que no entienden”.
Y como colofón de su mensaje, la
presidenta de México manifestó que: “la integración económica de todo el
continente americano para convertirnos todavía más en la región más vigorosa de
todo el planeta”, lo que nos deja muy claro que la propuesta de México
encaminada en el comercio internacional sigue en pie, y tiene en la mira también
en el crecimiento de relaciones comerciales de tratados firmados como Mercosur,
Arco Pacífico latinoamericano, Alianza del Pacífico, además de los acuerdos comerciales bilaterales
con una gran cantidad de países de nuestro continente.
Estas declaraciones que celebramos
como un compromiso de estabilidad económica para 2025 tendrán acciones
legislativas que deberán acompañarlas. En particular reforzando el combate a la
piratería y a la falsificación de productos que ingresan a nuestras fronteras
de forma alarmante, para darle certeza a los consumidores de todos nuestros
socios comerciales de que, por vez primera en la historia de México, este
compromiso económico va en serio, porque solo así, disipando las tormentas
encarnadas en odios del pasado es como México edificará ese segundo piso que
todos queremos.
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